jueves, 6 de octubre de 2011

Consejos para la Siembra de Sorgo




SEMBRANDO EL SORGO DE PRIMERA.

Ing. Agr. Alberto Chessa.


La siembra es la labor más importante del agricultor dentro del ciclo del cultivo. 
La buena  siembra redundará siempre en mayores posibilidades de obtener el
mayor rendimiento posible del Sorgo Granífero. Amén de la buena calidad de
semilla que la empresa ofrece, para lograr un cultivo exitoso los puntos clave
importantes son: 

Época de Siembra: El Sorgo Granífero, así como los demás cultivos, consume
la mayor cantidad de agua (ya sea la acumulada en el perfil del suelo o la
proveniente de la lluvia) durante el período de encañazón y floración. Un
estrés, por falta de agua en esos períodos, ocasionará una disminución en los
rendimientos. Conviene, entonces,  planificar la siembra de manera que la
encañazón y la floración coincidan con la ocurrencia de lluvias, es decir con la
mejor provisión de agua en las zonas de cultivo.
 
Es importante saber que, el sorgo granífero, puede sembrarse al comienzo de
la primavera, entre agosto y octubre, en la mayoría de las zonas agrícolas de
Argentina con lo cual los períodos críticos del cultivo coincidirán con las lluvias
que normalmente ocurren a fin de año en todo el territorio.

De acuerdo a los trabajos de Monk (1977) y de Anda y Pitter en USA (1997) se
concluye que los sorgos, en la buena condición de humedad,  germinan con
10,5 °C.

Con todo esto, se puede establecer, como referencia segura, comenzar a
sembrar cuando la temperatura del suelo, a la profundidad de siembra, se
haya estabilizado en 12 °C a las 7 a.m. 

Sabiendo esto, la siembra del Sorgo Granífero se puede planificar para tiempos
similares a los del maíz, y permitirá concluir la misma antes de comenzar la
siembra de la soja.

Una de las causas por la cual el sorgo se siembra tarde, y con lo cual la
floración siempre acaece hacia fines de enero comienzos de febrero en plena
seca en la mayoría de las zonas, es debido a que se privilegia la siembra de la
soja en desmedro de la del sorgo.

Sabiendo que pueden sembrar antes, podrán ahora sembrar el sorgo y luego
continuar con la soja en tiempos adecuados para ambos cultivos. Asimismo,
estos tiempos de siembra les permitirá cosechar el sorgo en la forma y la
calidad adecuada de comercialización, con la maquinaria disponible, antes de
comenzar con la cosecha de la soja. 
 

Fuente: Benetti - Tucker
 
Control de Malezas: Es sabido que la competencia con malezas durante el
primer mes de crecimiento del cultivo incide negativamente en el rendimiento
final del mismo. Por lo tanto, ya sea en un cultivo en siembra convencional o en
siembra directa, el control de las malezas, de manera que no produzcan  daño
económico, es imperativo.

Si bien no existe una gran variedad de herbicidas que puedan ser utilizados en
el cultivo del sorgo granífero, la atrazina es uno que permite controlar la
mayoría de las malezas de hoja ancha, como asimismo las gramíneas anuales
que puedan presentarse como limitantes del rendimiento en las diferentes
zonas de Argentina.

 Es importante, para que la atrazina produzca el control deseado, que esté
incorporada a la solución del suelo ya sea mecánicamente en siembra
convencional o a través de la lluvia en siembra directa, antes de la emergencia
de las malezas, en las dosis recomendadas en el marbete y aún más en los
casos en que la cobertura orgánica de los suelos tienda a retener el herbicida
restando parte de lo que deseábamos que se incorporara a los mismos.

Es importante matar todas las malezas presentes, a la siembra, con glifosato
pues la atrazina controlará sólo las gramíneas anuales y malezas de hoja
ancha que no hayan emergido.

La atrazina, naturalmente se incorpora a las malezas a través de las raíces, es
mínima la incorporación a través de las hojas, aplicada de la manera explicada
anteriormente. Para el caso en que no se haya hecho la correcta aplicación de
la atrazina antes o a la siembra, como un recurso de solución del problema,
puede también usarse como post-emergente temprano, sobre malezas
recientemente emergidas con no más de 1 a 2 hojitas.

Dado que en este último caso, la atrazina, actuará “de contacto”, será
necesario agregar a la misma aceite mineral que hará posible la entrada del
herbicida a través de las hojas. Lo conveniente es realizar las labores
adecuadas antes y durante la siembra, en lo posible hay que evitar los
controles de malezas posteriores a la siembra.


Fertilización Adecuada: Basados en un análisis del suelo a sembrar,
conociendo así la oferta de nutrientes del mismo y restando las necesidades
del cultivo, surgirán las dosis de fertilizantes a aplicar, que dependiendo de las
características de las zonas y las experiencias regionales quizás puedan
aplicarse previo o al momento de la siembra para la mayoría de las condiciones
de producción. Las mismas redundarán en la obtención de diferentes
rendimientos de acuerdo a los objetivos y filosofías de trabajo adoptados. 
 
Demanda de nutrientes pro el sorgo granífero para varios niveles de
rendimiento en granos (Fuente: H. Fontanetto; O. Keller):

 
              N    P    K   Ca Mg  S
3000    105  20  77  18  17  14
4000    125  22  100  23  20  18
6000    180  30  150  33  30  24
7000    220  35  170  38  36  30
8000    250  39  210  45  43  40
10000  300  48  270  55  55  50
Es importante destacar que parte de la inversión realizada en el proceso de
fertilización, es devuelta por el Sorgo Granífero al suelo a través de la cantidad
de rastrojo que este cultivo deja,  que sin duda es la mayor al compararla  con
la que dejan los otros cultivos de verano como el maíz, la soja y el girasol.

Porcentaje de los principales nutrientes que vuelven al suelo a través de
los rastrojos que vuelven al suelo (Fuente: H. Fontanetto; O. Keller):
 

Parte de la planta
               N        P       K      Ca   Mg
Granos   52%  63%  15%  10%  15%
Rastrojos  48%  37%  85%  90%  85%



 
Cantidad de Plantas Bien Distribuidas por Hectárea: Además de las
características propias del híbrido, el componente principal del rendimiento del
cultivo es el número de panojas por hectárea.

Dado que lo que se busca es la uniformidad del cultivo, lo cual permitirá una
cosecha de igual condición, el macollaje no es deseado y por lo tanto el
número de panojas se corresponderá con el número de plantas.

Se debe asegurar pues un número de plantas uniformemente distribuido en la
línea, y en un número que estará relacionado con la fertilidad y la oferta de
agua del lote en cuestión.

Debido a la cantidad de variables en cada ambiente, no es posible recomendar
un número total de plantas por hectárea único para todas las zonas agrícolas y
épocas de siembra de Argentina.

Si bien, con surcos a 70 cm, el tener 10 plantas logradas por metro (alrededor
de 140.000 plantas en la hectárea) o bien a 52 cm, el tener 10 plantas logradas
por metro (alrededor de 192.000 plantas en la hectárea) son densidades que
pueden funcionar en todas las áreas y para todos los híbridos, en algunos
casos será recomendable aumentarla y en otros disminuirla, pero ese número
se obtendrá de las pruebas y experiencias realizadas en ese ambiente
terminado.
 
Dada la plasticidad del cultivo, el Sorgo Granífero permite sembrarlo en surcos
más angostos que los tradicionales a 70 cm, logrando así tener más plantas
por hectárea o bien la misma cantidad pero mejor separadas y distribuidas en
la línea.

Las experiencias en Argentina tanto como las internacionales, muestran que
las siembras en surcos  a 35 cm, con un 25 a 50% más de plantas que las
realizadas a 70 cm, dan un mayor rendimiento que estas últimas para una
misma condición ambiental determinada. 

Fuente: AGROCONSULTA

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