MALEZAS

Martes 02/06/2015



Maleza: Gomphrena Perennis (Siempre  Viva)
Trabajo: Control Quimico Gomphrena Perennis
Autor: Diego Ustarroz
Inta Manfredi










Viernes 03/04/2015


La noticia menos esperada


Se confirmó la resistencia de Sorgo de alepo a graminicidas.
El Sorgo de Alepo fue la primera maleza resistente a glifosato detectada en Argentina en 2005. Ahora vuelve a ser noticia al confirmarse su resistencia a graminicidas, específicamente al haloxifop R metil, de gran uso en la actualidad.
La denuncia fue hecha por los profesionales Daniel Tuesca (FCA UNR), Juan Carlos Papa (INTA Oliveros),Luis Lanfranconi (INTA Río Primero) y Eduardo Repetto (Cooperativa Agrícola Ganadera de Gobernador Crespo), quienes trabajaron con un biotipo del Departamento San Justo del norte santafesino. Las sospechas se confirmaron en los estudios de laboratorio, mostrando una elevada resistencia al herbicida haloxifop que, normalmente, muestra gran efectividad para combatir esta maleza, así como otras gramíneas.
Cabe agregar que a campo el biotipo mostraba también resistencia a glifosato, por lo que se empezó a utilizar graminicida hace algunos años, pero aún se están haciendo los estudios correspondientes para poder confirmar en laboratorio la resistencia múltiple. Por otra parte, en el norte de Córdoba también se están estudiando biotipos con serias sospechas de resistencia a graminicidas y glifosato.
Sorgo de alepo alerta roja nota
Desde la aparición de resistencia a glifosato enSorgo de Alepo se han venido utilizandograminicidas FOP y DIM en sucesivas aplicaciones, prácticamente como única herramienta de control de los biotipos resistentes.
A nivel mundial existen números casos de resistencia a este mecanismo de acción, por lo que era esperable que terminara sucediendo aquí también. Por el momento, la resistencia en Sorgo de Alepo se produjo a los graminicidas del grupoFOP, no así a los DIM (Cletodim), aunque ambos presenten el mismo mecanismo de acción.
Pero esto no debe dejarnos tranquilos porque podría aparecer en cualquier momento si se sigue utilizando este herbicida de manera repetida. Y esto mismo puede suceder con otras gramíneas ya resistentes a glifosato sobre las que se hacen reiteradas aplicaciones de graminicidas de este grupo, explicó el ingeniero agrónomo Martín Marzetti, gerente de la REM (Red de conocimiento en malezas resistentes) coordinada por Aapresid.
El manejo de Sorgo de Alepo resistente a glifosato y graminicidas no es sencillo -aún sin considerar los costos- y según el especialista, “quedan muy pocas herramientas químicas para su control con postemergentes”. Respecto a herbicidas preermergentes hay algunas posibilidades más, pero al tratarse de una maleza perenne, una vez que está instalada en el lote, logra perpetuarse por medio de sus rizomas.
“Por esto es que resulta de vital importancia frenar el avance desde las primeras plantas que se detecten en el lote, aunque se requiera sacarlo a pala o con aplicaciones con mochila”, advierte Marzetti. A su vez, las cosechadoras son la fuente principal de dispersión de semillas y debe ponerse foco también aquí para evitar desparramarlas dentro del lote y más aún hacia lotes limpios.
“Se requerirá mucho esmero para que estos biotipos resistentes a graminicidas no se dispersen como lo han hecho los resistentes a glifosato. Es responsabilidad nuestra que eso no suceda”, subrayó el gerente de la REM.

Fuente: Rem
Gramíneas resistentes: comienza una nueva etapa


El alerta rojo de Sorgo de alepo resistente a graminicidas es un hecho. Lejos de resignarnos o de volver a viejas recetas, debemos empezar hoy a pensar en nuevos escenarios.
El Sorgo de alepo resistente a glifosato fue declarado en 2005, dando inicio a la era de las malezas resistentes a este herbicida en la Argentina. Luego le continuaron los raigrases, la Avena negra y lasgramíneas anuales estivales.
También se sumaron la Gramilla mansa y el Pasto amargo, entre las perennes. A la fecha se encuentran confirmadas nueve especies gramíneas resistentes (Tabla 1). De todas ellas, 3 son de crecimiento invernal y las 6 restantes de crecimiento estival. Las 3 primeras se encuentran en el centro-sur del área agrícola del país, donde prevalecen los cultivos de invierno, mientras que las de crecimiento estival, se ubican en el centro-norte del país, donde predominan los cultivos de verano.
Gramineas resistentes 1
El caso “Sorgo de Alepo”
Desde el 2005 los biotipos resistentes de esta especie se encuentran en franca expansión, colonizando nuevas regiones, en las que antiguamente estaba ausente, y aumentando la superficie afectada en aquellas zonas donde ya se observaba su presencia (Figura 1). En todos estos casos, la principal -y casi única- herramienta de control fueron los graminicidas post-emergentes FOP y DIM (Haloxifop, Quizalofop, Fluazifop, Propaquizafop, Cletodim, principalmente).
Como era de esperarse, en esta campaña se lanzó el alerta amarillo por escapes de plantas de Sorgo de Alepo a graminicidas FOP en el centro-norte de Córdoba, con algunas sospechas más en otras zonas.
Finalmente se acaba de confirmar su resistencia en un biotipo del norte de Santa Fe.
A partir de aquí, hay dos opciones: tomárselo “a la ligera” y pensarlo eventualmente como “un nombre más”dentro de la lista de resistencias múltiples, o bien reflexionar, de forma prospectiva, sobre cómo este biotipo podría complicar enormemente el manejo.
Figura 1. Distribución de Sorgo de alepo resistente a glifosato
Figura 1. Distribución de Sorgo de alepo resistente a glifosato
Si buscamos los registros de herbicidas en Argentina para el control de gramíneas, encontramos que hay varios modos de acción presentes (Tabla 2). Si separamos los que pueden utilizarse en cada uno de los principales cultivos, vemos que hay 6 para girasol, 7 para soja y para maíz, y sólo 3 para sorgo.
Si observamos cuántos de ellos pueden aplicarse en post-emergencia del cultivo (es decir cuántos son selectivos) nos encontramos que quedan 2 para girasol, 4 para maíz, 3 para soja y ninguno para sorgo. Todo ello, asumiendo que no existen resistencias a ningún herbicida en las gramíneas presentes.
Ahora bien, si consideramos que ya tenemos Sorgo de alepo resistente a glifosato, a lo que se suman la resistencia a graminicidas del grupo ACC, la lista de reduce quedando sólo los ALS en post-emergencia de soja (Imazatapir) y girasol (Imazapyr+Imazetapir -en híbridos CL-).
Para maíz, la lista es un poco más extensa, ya que continúan presentes los ALS (Foramsulfuron+Iodosulfuron, Nicosulfuron, Imazapyr+Imazetapir -en híbridos CL-), los Inhibidores de las Síntesis de Carotenoides (Topramezone, Mesotrione, Isoxaflutole) y los inhibidores de la Glutamino Sintetasa (Glufosinato de amonio).
Gra 2
Si continuamos avanzando (Figura 2) y analizamos las ALS, podemos observar que se trata de un grupo de herbicidas muy utilizado, de amplio espectro, con residualidad, de baja toxicidad, pero con el inconveniente de generar resistencias fácilmente.
Tal es así, que a nivel mundial hay más de 150 especies resistentes a estos herbicidas, dentro de los cuales se encuentra el Sorgo de Alepo en Estados Unidos, Italia, Chile, México y Venezuela. En Argentina, la resistenciaa este grupo se encuentra en Lolium multiflorum y posiblemente en Echinochloa sp.
Con este contexto, sería prudente recomendar el uso de las ALS siempre y cuando se respete un plan de manejo que implique la rotación de modos de acción.
Cabe preguntarnos entonces: ¿cuánto puede durar en el tiempo un manejo, sin aparición de resistencias, cuando sólo queda este único modo de acción para aplicaciones post-emergentes?, y por otro lado: ¿en cuánto se reduciría ese tiempo si consideramos adicionalmente el uso de las ALS durante barbechos como pre-emergentes y post-emergentes de la maleza? Todo hace pensar que muy poco.
Gramineas resistentes 3
Sin glifosato y sin graminicidas ACC ni ALS, no tendríamos posibilidades de control químico de Sorgo de alepodentro de los cultivos de soja y girasol. ¿Es momento de volver a la vieja “soguita” con herbicidas no selectivos?
Por supuesto que aún contamos con una amplia gama de pre-emergentes, aunque esto no será suficiente si tenemos en cuenta que, si bien los pre-emergentes son indispensables para rotar modos de acción y para controlar las malezas en su etapa más vulnerable (germinación) disminuyendo así el banco de semillas, siempre existirá un porcentaje de plantas que escapará a estos tratamientos y que deberá ser controlado con post-emergentes.
Más aún, si consideramos que esta herramienta tiene menos posibilidades en aquellos ambientes de precipitaciones irregulares (ya que los pre-emergentes necesitan agua para ser incorporados al suelo y tener actividad herbicida) el manejo se complicará, y mucho.
Otros posibles casos en el futuro.
Mismo destino que el Sorgo de Alepo pueden sufrir otras de las gramíneas que, ya resistentes a glifosato, están siendo controladas – al igual que el Sorgo de Alepo – casi exclusivamente con graminicidas FOP y DIM. Tampoco están exentas las gramíneas tolerantes a glifosato como los Chloris, Trichloris Pappophorum, a las que también se las controla con estos graminicidas, en varias aplicaciones por campaña.
De todos los posibles casos que pudieran surgir en el futuro bajo sistemas en siembra directa, quizás los más difíciles de manejar sean los de las gramíneas perennes (Cynodon hirsutusDigitaria insularis, algunasChlorideas), porque una vez instaladas en el lote logran rebrotar, luego de cada aplicación de herbicida, a través de sus estructuras de reserva (matas, rizomas o estolones).
Por otro lado, de presentarse alguno de los casos anteriores, nadie podrá contar con la tranquilidad de saberse alejado del supuesto foco, ni creerse con tiempo de ventaja (aquel que le tomaría al nuevo biotipo atravesar “las pampas” hasta golpear su tranquera).
Muy por el contario, la aplicación de un mismo manejo a lo largo de toda el área agrícola donde están presentes estas gramíneas, implicará probablemente – no olvidar que la resistencia es una simple cuestión de probabilidad – que estos nuevos casos se generen de forma paralela, en diversos puntos del país. Así sucedió con el Sorgo de Alepo RG el cual surgió en varios puntos geográficos de la Argentina.
¡Una buena!
Afortunadamente, el desenlace de lo que hasta ahora parece un cuento de terror, depende en gran medida de nosotros.
Por un lado, hay algunas tecnologías a lanzarse en el corto y mediano plazo que pueden colaborar, en parte, a sobrellevar la situación. Tal es el caso del evento de resistencia a glufosinato de amonio en soja, ya aprobado en Argentina – aunque no todavía comercialmente -, así como la resistencia a los HPPD también en soja, herbicidas del grupo de los Inhibidores de la Síntesis de Carotenoides (Isoxaflutole).
Ambos eventos permitirían contar con alguna herramienta más en post-emergencia del cultivo, sin olvidar que en ninguno de estos casos hablamos de “nuevos glifosatos”, sino que se trata de herbicidas cuyo control dependerá en gran parte del tamaño de las malezas, condiciones ambientales, calidad de aplicación, etc. Como dato extra, ambos modos de acción poseen moderadamente baja probabilidad de generación de resistencia, a diferencia de los ACC y los ALS.
Queda claro que empezamos una nueva etapa, más compleja. Algunas soluciones ya existen, sólo habrá que adaptarlas, pero muchas otras deberán ser generadas, y eso tiene que ser ahora. La situación argentina es única, por el tipo de malezas y por el sistema de producción local, por lo que no podemos esperar recetas del extranjero.
Tampoco se trata de volver simplemente al manejo de los años 80, previo a la incorporación de la tecnología RR – como suele escucharse -, ya que la situación es totalmente diferente.
Las malezas son otras (resistentes y tolerantes) y por ende los herbicidas en ese entonces exitosos, tanto en barbecho (glifosato) como dentro del cultivo (graminicidas), hoy dejan de ser útiles. De manera que tenemos que tomar de aquellos tiempos la dedicación al seguimiento de las malezas, pero no podemos extrapolar cualquier solución.
En ese camino, habrá que considerar las malezas como una parte importante del ambiente productivo, como lo son hoy las precipitaciones, las heladas, la presencia de napa o la textura del suelo porque, al igual que estas variables, las malezas limitan la producción, y porque las herramientas con las que contamos para defendernos son cada vez menos.
En muchos casos, habrá que pasar de un manejo netamente ofensivo a uno más defensivo, cambiando cultivos, variedades, fechas de siembra, densidades, distanciamiento entre surcos y demás variables, con el objetivo de minimizar las pérdidas  y mantener el sistema en funcionamiento. En otras zonas, quizás hagan falta cambios aún más drásticos.
Por último, todas las acciones que puedan o deban implementarse, deberán ejecutarse en un marco de rentabilidad reducida y de alta presión social hacia nuestra forma de producir.
Por suerte, en toda crisis hay oportunidades, pero las mismas deberán aprovecharse hoy, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance – y aún más – si queremos estar entre los futuros ganadores y no quedar en el camino.

Fuente: Rem 

Martes 08/07/2014

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Jueves 19/06/2014






EEUU: “la mitad de los problemas de malezas son de Amaranthus”


Lo afirmó el MSc Dave Feist, Development Leader de Adama USA, en ocasión de la Jornada de expertos en malezas de MAGAN.

“Palmer/Waterhemp pigweed species”-  aquí conocidas como Amaranthus sp. o Yuyos colorados- son de las principales malezas desarrollando resistencia en lotes de Maíz, Algodón y Soja, en amplias zonas de EEUU.
Como disertante destacado de  la reciente Jornada de expertos convocada por MAGAN (próximo a ser ADAMA), Dave Feist fue el testigo presencial perfecto de las diferencias pero sobre todo las similitudes entre las malezas resistentes a glifosato en USA y Argentina. Amaranthus ocupó el lugar central de su ponencia. Allí afirmó que “en EEUU, el 75% de los productores dicen tener un problema de resistencia de malezas  a glifosato. Y entre ellos, más de la mitad está hablando de Amaranthus”.
Dave Feist es Development Leader de Adama USA. Su expertise está del lado de los herbicidas y el desarrollo de productos.  Desde allí se acerca cotidianamente a esta problemática con la que los productores están lidiando todos los días y puede dar cuenta de la severidad de su avance.
Feist relató  la sospecha de resistencia en un lote de producción en el que se aplicó Glifosato a soja para el control de Amaranthus. “Con una aplicación de 3.5 l/ha, más que la recomendación para Amaranthus, el resultado mostró a algunas plantas controladas, algunas con brote de yemas axilares y otras con recuperación en la yema terminal. Se confirmaron malezas totalmente resistentes y producción de semillas”.
En lo que hace a esta maleza, el especialista refirió que se ha demostrado que en solo 3 años, si no se lo controla a tiempo, el  lote estará completamente infestado. Será obra del viento, los animales, las cosechadoras, las sembradoras y el agua, que trasladan las semillas.
Instando a los presentes a reconocer qué biotipos- híbridos estaban presentes en sus campos, Feist mostró imágenes de diferentes tipos de Amarathus spp. en tres campos diferentes – Sur de Illinois y Kentucky.
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Entre las resistencias múltiples más comunes en USA, el conferencista mencionó que Amaranthus palmeri y Amaranthus tuberculatus tienen comprobada resistencia a Glifosato + Inhibidores de la ALS, del mismo modo que Conyza. Por su parte, Amaranthus tuberculatus es resistente a Glifosato + Triazina: “Hasta el 50% de la población analizada presentaba ambas resistencias a glifosato y atrazina. La resistencia a Atrazina es metabólica, no de sitio específico; tiene poco costo fisiológico; puede expandirse por polen y todavía es controlable con metribuzin”. Además, Feist mencionó que Amaranthus tuberculatus y Ambrosia son resistentes a Glifosato + inhibidor de la ALS + inhibidor de PPO.
Los modos de acción más efectivos incluyen a las chloroacetamidas, dinitroanilinas, e inhibidores de PPO, al tiempo que los productos post emergentes selectivos mencionados por Dave incluyen a los inhibidores de PPO: fomesafen, lactofen y acifluorfen. En cuanto a los productos de quemado no selectivos: dicamba y 2,4-D (“aunque vale decir que 2,4-D es más efectivo”). “Actualmente se está evolucionando hacia resistencia a las aplicaciones Post de PPO; Las aplicaciones PRE siguen siendo efectivas en estos biotipos”, advirtió el destacado conferencista.
Recomendaciones para Amaranthus
Dave Feist arrojó una serie de recomendaciones basadas en su experiencia en USA, frente a la audiencia de expertos nacionales que prestaba suma atención:
• “Aplicar una dosis llena de herbicida residual no antes de 7 días previos a la siembra (dinitroanilina o chloroacetamida + inhibidor del PPO).
• Aplicación en post emergencia de glifosato a A. palmeri de 3 a 5 pulgadas (7-13 cm)
• Monitorear el lote 7 días luego de la aplicación POST. Si el control de A. palmeri fue inadecuado, aplicar con un inhibidor del PPO (lactofen, fomesafen or acifluorfen).
• Re-monitorear el lote dentro de los 10-14 días; Si alguna planta sobrevive a la segunda aplicación, arranque las plantas y sáquelas del lote”.
La escala del problema
Durante su exposición, el especialista se ocupó especialmente del módulo de Amaranthus pero también de una problemática global de malezas resistentes a glifosato que se observan mejor en escala: “lo que es importante con Amaranthus y otras malezas resistentes a glifosato es mezclar las prácticas”. Hacía referencia al hecho de no utilizar un solo herbicida una y otra vez, a rotar cultivos, y utilizar múltiples modos de acción herbicidas en el lote, dentro de un mismo año.
“En una encuesta recientemente realizada entre productores norteamericanos, cerca del 60 % de los productores entrevistados afirmó haber cambiado sus planes de manejo de malezas para lidiar con la resistencia a glifosato”- precisó Feist y agregó- “Actualmente, el 75% de los productores considera que tiene malezas resistentes en sus lotes. Y pese a que solo un 23% de los entrevistados considera que la resistencia al glifosato afectará sus rindes esta campaña, la encuesta confirma que muchos productores piensan que deben actuar ahora, para enfrentar la amenaza de pérdidas de rendimiento por malezas resistentes en el futuro”.
Lic. Florencia Sambito para Magan/ Maleza Cero



Martes 08/04/2014

barbecho

ÉPOCA DE BARBECHOS

El barbecho es una oportunidad para acumular recursos. La aparición de malezas de difícil control cambió el concepto que originalmente conducía su manejo.

El barbecho es una oportunidad para acumular recursos y modificar propiedades del suelo para beneficio del cultivo siguiente. En siembra directa, en el barbecho se concentran mayormente decisiones relacionadas al manejo de las malezas. ¿Cuándo intervenir sobre las malezas?
¿Con qué hacerlo? ¿De qué modo? Son algunas de las preguntas que suelen aparecer.

Durante el barbecho, las malezas pueden consumir recursos (agua, nutrientes) reduciendo su disponibilidad para el cultivo; pero también pueden encontrar espacios para su multiplicación, crecimiento y persistencia dificultando el manejo posterior de esos lotes. Es por esto que la planificación del barbecho tiene influencia directa en la presencia y evolución de muchas malezas, varias de ellas problemáticas. En los últimos años han aparecido a lo largo y ancho del país distintas malezas tolerantes o resistentes a los herbicidas y/o a las estrategias de control que solíamos utilizar. La aparición de estas malezas fue resultado, en gran parte, de cómo diseñamos los sistemas productivos, más allá de la planificación del manejo y control de las mismas. La desaparición de siembras invernales y la tendencia a la homogeneización y simplificación del manejo sin dudas jugaron un rol clave. En muchos casos, donde predominó la tendencia a la monocultura (con consecuente disminución de rotación de cultivos) y las estrategias de control de malezas estuvieron apoyadas en uno o pocos herbicidas (con consecuente falta de rotación de modos de acción) se reportan hoy problemas de malezas.

La aparición de malezas de difícil control cambió el propósito que originalmente tenía el barbecho. Al planificar el barbecho se solía decidir sobre las malezas en relación a su impacto en la reducción de recursos. Las decisiones se apoyaban en preguntas tales cómo ¿Cuán infestado está el lote?, ¿Cuánto podrían crecer las malezas? ¿Cuántos recursos capturarían? Entonces… se decidía cuándo y cómo controlarlas.

Actualmente, esta idea del manejo de barbechos se ha integrado a la necesidad de prevenir la instalación y evolución de las malezas de difícil control. ¿Qué especie tengo? ¿En qué estado están? Son nuevas preguntas que alimentan nuestras decisiones. Es decir, con presencia de malezas de difícil control, el manejo del barbecho es una oportunidad no sólo para evitar el consumo de recursos, sino para evitar o reducir la presencia de esas malezas que en el siguiente cultivo dificultarán y encarecerán el control, además de reducir pérdidas por competencia, reduciendo el resultado.
Suelen indicarse tres momentos del ciclo de las malezas particularmente sensibles a su supervivencia. El primero es durante el establecimiento de las malezas (desde la germinación hasta la plántula), momento en el que puede ser más fácil controlarlas. El segundo es durante su crecimiento, relacionado a su capacidad para competir. En este momento los controles son muy variables dependiendo de aspectos de la maleza (su estado fenológico, condición de crecimiento, tamaño, etc.) y del control (tipo de herbicida, selectividad, movimiento en la planta, etc.). El tercero es al final del ciclo de las malezas -en coincidencia con la cosecha del cultivo-, momento en el que podemos evitar su distribución espacial (aunque en este caso la malezas están establecidas y seguramente compitieron con el cultivo).

El barbecho es una excelente oportunidad para el evitar el establecimiento de malezas y su progreso a estados de mayor dificultad de control asociados a su tamaño, morfología, función etc.

Una parte importante del problema de malezas de difícil control se resuelve entonces actuando a tiempo. Por este motivo, tres conceptos son clave en el manejo del barbecho de la agricultura actual:

(1) planificar el barbecho desde muy temprano, incluso desde antes de cosechar el cultivo anterior. El viejo modelo de comenzar a pensar en control de malezas a la salida de invierno o en primavera ya no es posible en la realidad actual de los sistemas;

(2) diagnosticar la situación del barbecho con su monitoreo temprano y continuo. Es decir, hacer un seguimiento periódico y preciso de la presencia de malezas desde el momento en que se cosecha el cultivo anterior; y

(3) actuar con las herramientas planificadas disponibles para un resultado eficaz y eficiente.

La estrategia de barbecho más adecuada para cada lote dependerá de varios factores, usualmente considerados en los puntos (1) y (2): cultivo a sembrar, genética a sembrar (por ejemplo RR, STS, CL), tipo y estado de malezas presentes, productos disponibles y precios, etc. Claramente, el producto herbicida es uno más de varios factores.

A diferencia de las estrategias usadas años atrás, el hecho de planificar los barbechos desde temprano, da la posibilidad de incorporar algunos herbicidas residuales. En las condiciones actuales, los productos residuales son una herramienta indispensable para lograr buenos controles de algunas malezas difíciles, evitar el establecimiento de las mismas (anticiparse al problema) y disminuir número de aplicaciones reduciendo los costos.

Disponemos de múltiples herbicidas y principios activos para el control que, junto con diferentes momentos de intervención, resultan en un gran número de posibles estrategias. No es nuestro objetivo analizar todas y cada una. Sólo a modo de ejemplo, en un lote en el cual se sembrará soja podrían hoy plantearse 3 momentos clave de evaluación y posible control y diferentes productos según el tipo y estado de malezas presentes (la figura 1 resume el ejemplo):

cuadro barbecho

- Otoño (Abril – Mayo): El primer momento clave es luego de la cosecha del cultivo anterior ya que es la primera oportunidad de iniciar el control. Independientemente del nivel, si en este momento el lote tiene malezas, éstas deben controlarse. Si el nivel de enmalezamiento es incipiente (no hay efecto “paraguas”) podría incluirse, junto a herbicidas de acción directa, un producto residual (por ejemplo inhibidor de ALS) para mantener el lote limpio durante el invierno. Si hubiese nacimientos anteriores (por ejemplo primeras cohortes de rama negra) podría analizarse la inclusión de herbicidas disruptores de crecimiento. Si el nivel de enmalezamiento fuese alto, la estrategia se orientaría a controlar las malezas presentes evitando residuales, por el efecto paraguas.

- Salida del invierno (Julio – Agosto): Es un segundo momento clave ya que comienzan a aparecer activamente las malezas. La estrategia a usar puede depender de lo realizado en otoño y de la variedad a sembrar (por ejemplo STS). Si la estrategia de otoño fue efectiva, no debería haber rama negra instalada anteriormente. Si la hubiese, la estrategia debería orientarse a controlar la misma (por ejemplo con la inclusión de disruptores del crecimiento o productos específicos de acción directa para su control). A esta altura, algunos productos de acción residual deben evitarse para no generar fitotoxicidad al cultivo (por ejemplo algunos inhibidores de ALS). Sin embargo, cuidadosamente podrían usarse otros residuales de diferente modo de acción (por ejemplo inhibidores de fotosíntesis).

- Primavera – Pre-siembra (Septiembre – Octubre): Es el tercer momento clave para el monitoreo y control ya que de esta intervención depende llegar sin malezas a la siembra, algo altamente deseable. Además, hay camadas de emergencia de malezas, entre ellas algunas problemáticas (por ejemplo rama negra). El rango de productos a usar es más restringido. Dependiendo del tipo y estado de malezas presentes, el control puede ser simple con herbicidas de acción directa (por ejemplo glifosato). Deben usarse con especial cuidado los disruptores del crecimiento y el uso de residuales está restringido sólo a productos específicos recomendados en la presiembra del cultivo (inhibidores de la ALS específicos).

Aunque el ejemplo plantea tres oportunidades de diagnóstico y acción, no necesariamente significa que se van a controlar malezas en los tres. El número de intervenciones dependerá del diagnóstico en cada momento y de los objetivos de la planificación.

El otro nuevo concepto que impone el manejo de barbecho es que cada lote es una situación singular (dependiendo de su historia, cultivos, manejos, etc.) que merece un detallado análisis. Durante la campaña pasada muchas empresas convivieron con situaciones de una, dos o tres aplicaciones en barbecho de lotes destinados a siembra de soja.

Las malezas se adaptan a nuestros manejos para sobrevivir. No tendremos soluciones permanentes, pero el barbecho es una oportunidad para intervenir y reducir el impacto de las malezas, principalmente de las problemáticas. Sin embargo, no sólo del barbecho depende el destino de las malezas; otras múltiples decisiones asociadas al diseño del sistema productivo (rotaciones, intensidad de uso de la tierra, proceso de cosecha, etc.) también condicionan su presencia.

De manera resumida, parados en un lote, se refuerza la necesidad de comenzar a pensar el barbecho desde temprano y en base a un constante monitoreo. Las estrategias, los productos y los momentos de intervención son importantes, pero serán aliados agregando valor si responden a una planificación temprana y a decisiones apoyadas en un diagnóstico continuo. De otro modo, es posible que incrementen nuestros costos, con resultados variables y, por qué no, se conviertan en parte del problema que pretendemos resolver o la raíz de otros nuevos problemas.

Dr. Ing. Agr. Emilio Satorre y Dr. Ing. Agr. Federico Bert

FUENTE: PORTAL DEL INTERIOR




Jueves 26/09/2013

 

Manejo de Cholirs VER VIDEO
Fuente: REM-AAPRESID
  


Miercoles 18/09/2013

Malezas problematicas en centro cordoba.
Fuente: REM-AAPRESID






Control de maiz RG guacho


La problemática del control de maíz RG guacho introduce un grado mas de complejidad a la hora de plantear las estrategias de control de malezas en los sistemas de cultivos RG. Dado que el maíz es el típico antecesor de soja de
1° en nuestros sistemas, el problema de su control se plantea principalmente sobre esta última.
Existe una sólida información que sustenta la alta performance de haloxifop sobre esta problemática. Esta molécula presenta alta actividad herbicida sobre los guachos de maíz RG en sus tres formulaciones disponibles en el mercado
(Galant R, Mirage y Galant LPU).
Debido a que en esta práctica de control, haloxifop en la mayoría de los casos es utilizado en mezcla de tanque con glifosato, es válida la recomendación de agregar siempre aceite mineral (D-Plus, 0,5 % v/v) o aceite vegetal (1 L/ha.) cuando se utilicen las formulaciones Galant R y Mirage, debido a que los graminicidas específicos exigen este tipo de productos para favorecer su absorción, no siendo suficiente el paquete de adyuvantes que contiene cualquiera de las formulaciones de glifosato presentes en el mercado. Además, también es recomendable respetar los volumenes de aplicación que exigen los graminicidas (80 a 100 L/ha).


En soja y girasol,haloxifop puede serutilizado tanto en presiembra preemergencia y postemergencia del cultivo,otorgando altos niveles de control incluso en estados desarrollados del maíz RG al momento de aplicación (6-8 hojas).


Situaciones de rotación maíz/maíz, que requieran el uso de graminicidas específicos de los grupos químicos
Ariloxifenoxipropiónicos (de tipo “fop”, como haloxifop-R-metil, quizalofop-P-tefuril, quizalofop-P-etil, etc.) y Ciclohexadionas (de tipo “dim”, como setoxidim, cletodim, etc.), exigen cierta precaución en su uso inmediatamente
previo a la siembra del maíz. Esto se debe a que poseen una corta residualidad en el suelo que puede afectar la emergencia del cultivo de maíz o cualquier gramínea, por lo tanto requieren 7 a 10 días entre aplicación y siembra a las dosis normales de uso.


También en los casos de rotación maíz / maíz, los guachos del antecesor pueden ser solucionados con la utilización de maíz con tecnología Herculex I *(TC1507). Este evento biotecnológico otorga protección sobre insectos lepidópteros (barrenador del tallo, gusano cogollero, y otros), y al mismo tiempo brinda tolerancia al glufosinato de amonio (LibertyLink **), un herbicida no selectivo de amplio espectro. De este modo, la utilización de maices Herculex I* admiten aplicaciones postemergentes del herbicida Liberty Link** dando un eficaz control de malezas, incluyendo las plantas
de maíz RG guachas. Una ventaja adicional de la incorporación de esta tecnología en el sistema, sería que al rotar a soja como cultivo sucesor, el maíz guacho Heculex I*, tolerante a glufosinato de amonio, será fácilmente controlado con aplicaciones de glifosato solo en barbecho y/o en postemergencia de la soja de 1° como próximo cultivo en la rotación.
(* Herculex I es marca registrada de Dow AgroSciences; ** Liberty Link es marca registrada de Bayer CropScience.)









Advierten por biotipos de malezas resistentes en soja Sobre la región centro de Córdoba se observa la aparición de especies de malezas que necesitan un manejo diferente al que se viene realizando hasta el momento, por la dificultad de controlarlas únicamente con glifosato. Se trata de una especie del género Amaranthus y un biotipo de Grama Carraspera.

Tanto a productores como a técnicos preocupa el control de estas malezas, principalmente por la baja efectividad que se viene observando en los controles con herbicidas o porque necesitan un manejo diferente, destaca el ing. Pablo Alberto Belluccini, del INTA Marcos Juárez.
Se trata del yuyo colorado (Amaranthus sp.) y de Grama carraspera (Eleusine indica). La primera de las malezas arroja sospechas de resistencia a glifosato en una especie del género que apareció en la región sur del departamento Marcos Juárez, donde se están realizando ensayos junto a la AER Justiniano Posse para poder controlarla con otro modo de acción herbicida.
Por su parte, sobre Grama carraspera técnicos del INTA Manfredi confirmaron la existencia de un biotipo resistente en la especie, que se evidenció en la zona centro de la Provincia de Córdoba, aunque existen también serias sospechas de que se ha extendido a otras regiones debido a los numerosos casos reportados de fallas en los controles con dosis crecientes de glifosato sobre esta maleza. Si bien los controles postemergentes con graminicidas suelen ser muy efectivos, el uso de herbicidas residuales para gramíneas anuales ayuda a evitar nacimientos y avances de esta especie.
Desde el Instituto sugieren evitar que las maquinas cosechadoras entren a los lotes con restos de semillas provenientes de otros establecimientos y regiones como así también la rotación de cultivos que permitan variar los modos de acción herbicidas, son buenas prácticas de manejo que ayudan a impedir  la colonización de los lotes por parte de las malezas problemas.

Fuente: TODO AGRO

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