La primera quincena del mes de julio ha transcurrido marcada por las potentes irrupciones de aire polar. Las mismas habían hecho retroceder las masas de aire con mayor potencial pluvial hacia zonas tropicales, cuestión que por otro lado es razonable esperar en esta época del año.
Las intensas heladas de los últimos días de junio y la primera semana de julio, parecen haber definido un período que a la postre puede haber sido el más frío del invierno. Actualmente y luego de varias jornadas donde ha predominado la circulación del sector norte, el ambiente acusa un cambio que puede considerase notable respecto del estado anterior. La primera semana de julio evidenció promedios térmicos con fuertes desvíos negativos respecto de los valores normales, mientras que la última semana la anomalía ha sido contraria. Es decir se ha registrado una quincena con una fuerte variabilidad térmica intersemanal, que finalmente está evolucionando hacia un nuevo período húmedo.
Las perspectivas de corto plazo presentan precipitaciones para gran parte del este del país, las cuales en forma dispersa ya han comenzado a concretarse en el noreste de ER y sur de Corrientes. Se prevé que la actividad se vea potenciada con la llegada de un sistema frontal y que durante mañana las lluvias se generalicen en gran parte del este de BA, la Mesopotamia y buena parte de SF. Como es normal para la época, las lluvias pierden posibilidad de concretarse hacia el oeste, eventualmente se observarían acumulados menores.
En el mapa que acompaña el texto se aprecia que la demanda de lluvias para las próximas dos semanas se invierte respecto de lo que marcan los pronósticos como la más probable provisión de agua. Es decir, vastas zonas de ER, SF y el este de BA quedan incluidas en las zonas con mayor potencial pluvial y por lo tanto algunos sectores pueden volver a observar suelos saturados o con encharcamientos superficiales. Hacia el oeste la demanda de lluvias para alcanzar reservas normales de humedad es muy improbable de ser cubierta en esta época del año. Son necesarios eventos anómalos que no están previstos para el resto de julio. Bajo estas circunstancias es razonable esperar que se diferencie aún más la situación hídrica entre el este y el oeste.
La siembra de trigo en las zonas tributarias del puerto de Rosario prácticamente ya ha finalizado y habrá que ver cómo se va concretando esta labor en el sudeste de BA, sector que puede estirar su ventana de siembra hasta mediados de agosto. Las proyecciones privadas marcan un retroceso del área triguera en esta campaña, la cual quedaría bastante por debajo de las 5 millones de hectáreas. Por otra parte, la oferta forrajera es normal en general para la época, considerando que estamos comenzando el período de menor producción del año. Ya se han comenzado a utilizar las reservas. Evidentemente el largo período de fuertes heladas ha detenido prácticamente en los últimos 15-20 días el crecimiento de los verdeos y praderas sembrados recientemente y el rebrote de las alfalfas.
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