Desde mediados de abril hasta fines de junio es un momento muy favorable para comenzar los tratamientos de barbecho químico (BQ), por lo que los productores debieran estar alertas y preparados para comenzar en ese período.
El motivo por el que se considera importante la táctica del control temprano de malezas en este sistema está relacionado con que, después de la cosecha de los cultivos de verano, los suelos quedan con un remanente de humedad (sobre todo los que se desocuparon más temprano), generalmente con muy poca o sin vegetación viva y aún pueden acumular varios milímetros de lluvia con el aporte de algunas precipitaciones durante el otoño.
Éste es un contexto muy adecuado para el nacimiento de malezas, en especial de especies de ciclo otoño-invernal.
Momento de pulverizar. Las pulverizaciones durante abril y mayo tienen grandes posibilidades de éxito ya que, en general, las malezas son juveniles, no han sufrido estrés hídrico y, en consecuencia, son muy vulnerables.
Lo contrario ocurre si las aplicaciones comienzan tardíamente en el invierno, cuando la mayoría de las especies ya alcanzaron un desarrollo importante, lo que las hace más tolerantes, ya consumieron gran parte de la humedad y ya aportaron nuevas semillas al banco. Entonces, llegar al comienzo del invierno con lotes libres de malezas es de vital importancia.
Cuando comienza la etapa más templada y húmeda de la primavera, se activa nuevamente el nacimiento de malezas, pero la realización de tratamientos obligados, cercanos a la siembra de los cultivos de verano, y en algunos casos sobre cultivos ya emergidos, resultan nuevamente efectivos porque se vuelve a aplicar sobre malezas juveniles. De esta manera, se logran excelentes implantaciones de cultivos de cosecha gruesa.
Las mezclas son claves. Se sabe que el principal herbicida para barbecho químico es el glifosato, que se puede aplicar solo; sin embargo, suele sugerirse en mezclas con otros herbicidas como metsulfuron, clorimuron, atrazina, 2,4-D, dicamba, mezclas que aseguran un mejor control de malezas a largo plazo. Si después del primer tratamiento de barbecho siguen germinando semillas que aún se encuentran en el suelo, sus plántulas serán controladas por los residuos del producto que acompañe al glifosato.
Quienes tienen intención de sembrar trigo, deberán comenzar el BQ con más anticipación porque el cultivo se estará sembrando en mayo/junio y lo ideal es que los lotes estén libres de malezas.
En el caso que esto no ocurra, las malezas se podrán eliminar usando herbicidas selectivos durante la etapa de macollaje del cultivo. Los productores que piensan realizar sólo cultivos de cosecha gruesa, tienen un poco más de tiempo para comenzar los tratamientos.
La importancia del tratamiento temprano de malezas en BQ, reside en hacer al menos dos aplicaciones de control, una temprana de abril a junio y la segunda antes de la siembra del cultivo de cosecha gruesa, utilizando las menores dosis posibles, compatibles con un buen control. Esto resulta mucho más conveniente que hacer una aplicación tardía al año sobre malezas más grandes y con cierta rustificación.
Muchas especies que son vulnerables a dosis relativamente bajas cuando son juveniles –por ejemplo, rama negra, ocucha o borraja pampeana– se transforman en muy tolerantes cuando son adultas.
A pesar de que los productores utilizan dosis altas de herbicidas en estas circunstancias, no se logra un adecuado control como cuando se realizan dos aplicaciones secuenciales a su debido tiempo.
Si bien se han mencionado sólo algunos herbicidas que podrían usarse en BQ junto al glifosato, se debe aclarar que existe en el mercado una amplia gama de productos –por ejemplo, imazetapir, diclosulam, flumioxazin, sulfentrazone, flumetsulam– con los cuales se pueden lograr los mismos objetivos.
Es posible que el uso de algunos de estos productos encarezcan el tratamiento, pero de acuerdo a las malezas presentes o las que pueden aparecer en el cultivo implantado y que después resultan de dificultoso control (como ocurre con Siempre Viva del Campo, malva, bejuco), el empleo de estos últimos productos, puede ser muy justificable. Por eso, es imprescindible que el productor se mantenga al tanto de este tipo de malezas y logre manejarlas correctamente.
De tener inconvenientes o ciertas dudas al respecto, es imprescindible la consulta con algún especialista que pueda indicar el tratamiento más conveniente de acuerdo con la situación presentada.
Informe realizado por Héctor P. Rainero y Diego Ustarroz, técnicos de malezas de la Estación Experimental Inta Manfredi.
Fuente: La Voz del Interior edicion del 27/05/2011 (Suplemento La Voz del Campo)
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